Sidi Bou Said

Refugio de artistas y bohemios, Sidi Bou Said está considerado uno de los pueblos más bonitos de Túnez y es un auténtico sueño para los amantes de la fotografía.

Echando la vista atrás

El artífice del encanto de Sidi Bou Said fue el barón Rodolphe d'Erlanger, quien visitó el pueblo en 1912 y cayó rendido a sus pies. El barón había vivido en las islas griegas y estaba enamorado de su armonioso estilo arquitectónico, por lo que decidió construirse una mansión del mismo estilo en Sidi Bou Said.

Gracias a su influencia, Sidi Bou Said se convirtió en un pueblo de postal capaz de inspirar a artistas y visitantes gracias a su relajado aspecto vestido de tonos azules y blancos que combinan a la perfección con el mar que lo envuelve.

Qué ver en Sidi Bou Said

Recorriendo las calles de Sidi Bou Said, nos encontramos con encantadoras viviendas encaladas con ventanas decoradas con los tonos azules del mar.

Uno de los imprescindibles de Sidi Bou Said es su avenida principal, la Rue Hedi Zarrouk. Esta calle empinada cuenta con numerosos bares y tiendas de artesanía ideales para comprar algunos recuerdos del viaje.

En la parte superior de la calle principal se encuentra el Café de las Esteras (Cafe des Nattes), uno de los locales de moda de Sidi Bou Said en el que podréis disfrutar de un tradicional té con menta.

Al tratarse de uno de los principales destinos turísticos de Túnez, Sidi Bou Said suele estar repleto de gente, por lo que, además de recorrer las calles más turísticas, es recomendable dejarse llevar por las zonas menos visitadas para disfrutar de su versión más tranquila.

Uno de los imprescindibles de Túnez

Sidi Bou Said es uno de los pueblos más bonitos de Túnez, de modo que la mayoría de los turistas que visitan el país deciden acercarse a conocerlo.

El pueblo se encuentra localizado muy cerca de Túnez capital, del puerto y del aeropuerto, por lo que se trata de una visita de un par de horas que resulta muy cómoda y agradable.